“Trumponomics” y “Lulanomics” dificultan el trabajo del Banco Central, que decide esperar y ver

La incertidumbre sobre los efectos de las políticas económicas de Donald Trump en Estados Unidos y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil ha llevado al Banco Central a adoptar una postura de "esperar y ver" en la definición de su estrategia monetaria. Este enfoque más cauteloso quedó en evidencia en las actas del Comité de Política Monetaria (Copom) publicadas este martes (13). A diferencia de reuniones anteriores, el directorio optó por no señalar la trayectoria futura de la tasa Selic.
La semana pasada, el comité elevó la tasa Selic en 0,5 puntos porcentuales a 14,75% anual, el nivel más alto desde 2006. Esta medida había sido anticipada en la reunión de marzo, cuando, después de un aumento de 1 punto porcentual, los directores indicaron un probable nuevo aumento, aunque a un ritmo más lento.
La creciente incertidumbre influyó directamente en la comunicación del BC sobre los próximos pasos. En marzo, a pesar de reconocer la alta incertidumbre, el Comité señaló "un ajuste menor en la próxima reunión". En mayo, las actas dejaron claro que el "escenario de alta incertidumbre" y la etapa avanzada del ciclo de ajuste "exigen cautela y flexibilidad adicionales para incorporar nuevos datos".
Esto significa que el BC optó por no comprometerse con una magnitud específica para el próximo movimiento en relación a la tasa Selic, prefiriendo esperar la evolución de los indicadores económicos para calibrar el ajuste monetario.
Escenario global inestable exige mayor cautela con la tasa SelicEl BC evalúa que las incertidumbres en el escenario externo están en aumento. Un ejemplo reciente del cambio de política económica del presidente Donald Trump fue el acuerdo temporal con China para reducir los aranceles comerciales entre las dos economías más grandes del mundo, estableciendo una tregua de 90 días. El acuerdo se anunció en marzo.
Si en marzo la situación ya se consideraba desafiante, en mayo el balance se volvió más serio: el entorno externo empezó a percibirse como "adverso y particularmente incierto". Según los directores del BC, la incertidumbre resultó ser "mucho mayor de lo esperado", con shocks arancelarios y de incertidumbre que generaron impactos impredecibles en varios sectores de la economía global, como empresas y consumidores.
El deterioro del escenario de crecimiento global, que ya estaba en el radar en marzo, se profundizó en mayo, exigiendo "mayor cautela en la conducción de la política monetaria interna".
Otros factores externos que preocupan a la autoridad monetaria incluyen el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales y las crecientes tensiones geopolíticas.
Se cita una desaceleración mundial más pronunciada como un posible factor para reducir la inflación. Por otra parte, en un entorno de mayor incertidumbre, las condiciones financieras globales se vuelven "particularmente importantes", potencialmente elevando las tasas y ejerciendo presión sobre los tipos de cambio en las economías emergentes.
Otro efecto es que la conducta de la política económica en diversas dimensiones (como el estímulo fiscal, las restricciones a la oferta laboral, los aranceles de importación y los cambios en los precios relativos de la energía) ya restringen nuevas inversiones y tienen un efecto sobre la actividad, las expectativas, la determinación de precios y la inflación. La mayor tensión geopolítica también contribuye a la necesidad de cautela por parte de los países emergentes.
Los desafíos internos aumentan las preocupaciones sobre la inflaciónEl escenario nacional también presenta complejidades crecientes que ayudan a mantener la tasa Selic en niveles elevados. La principal fuente de preocupación sigue siendo la inflación, que alcanzó el 5,53% en los 12 meses finalizados en marzo, la tasa más alta en más de dos años.
La percepción del comité sobre los riesgos inflacionarios ha evolucionado, reflejando una mayor incertidumbre. En marzo, el balance apuntaba a una asimetría con "una mayor probabilidad de mayor inflación". En mayo, la evaluación cambió a un escenario en el que "la mayor incertidumbre ha incrementado los riesgos tanto al alza como a la baja".
Los riesgos al alza siguen siendo relevantes:
- desanclaje de las expectativas inflacionarias;
- resiliencia de la inflación de los servicios; y
- Impacto de las políticas económicas gubernamentales.
Los riesgos a la baja han ganado peso, con la inclusión explícita de una "desaceleración global más pronunciada" y una "reducción de los precios de las materias primas".
Otro desafío importante destacado por el Copom es el dinamismo de la actividad económica y del mercado laboral. A pesar de los signos de moderación en el crecimiento, la economía aún muestra un vigor significativo, con el mercado laboral ofreciendo "mucho apoyo al consumo y al ingreso". En opinión del Comité, una desaceleración controlada de la demanda se hace esencial para que la inflación converja hacia la meta establecida.
El BC también expresa una creciente preocupación por la desconexión entre las políticas fiscales y monetarias. La percepción de los agentes económicos respecto del régimen fiscal y la sostenibilidad de la deuda pública sigue teniendo un impacto relevante en las expectativas de inflación.
El comité señala que el debilitamiento de las reformas estructurales, el relajamiento de la disciplina fiscal, la expansión del crédito focalizado y las incertidumbres sobre la estabilización de la deuda pueden elevar el tipo de interés neutral de la economía, lo que compromete tanto la eficacia de la política monetaria como aumenta el coste del proceso de desinflación.
La evaluación del BC en relación al crédito es que si bien el mercado aún muestra vigor, ya muestra señales de moderación. Para los hogares, un mayor compromiso de ingresos para el servicio de la deuda puede indicar una reducción en la demanda de nuevos préstamos. Los directores del organismo destacan la necesidad de un seguimiento continuo de los cambios en los programas de crédito, como los préstamos privados, cuyos efectos completos siguen siendo inciertos.
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